En el Eoceno Medio a Superior (hace unos 48 a 34 millones de años), una disminución en la actividad volcánica permitió que los mares recibieran menos sedimento, por lo que las aguas fueron limpias, turbulentas, con luz y salinidad normal. Esta situación permitió la instalación de arrecifes en las zonas poco profundas de los litorales.
Las rocas originadas en esta época y en este ambiente marino, están constituidas por calizas de color blanco, con restos de fósiles de algas y foraminíferos. A estas rocas, se les conoce como Formación Fila de Cal, aparecen en las localidades de Cajón de Boruca, Cañablancal y Tinoco; están ampliamente distribuidas en la Fila Costeña, desde Providencia de Dota y Parrita, hasta la provincia de Chiriquí en Panamá.
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