El patrimonio nacional arqueológico de Costa Rica está conformado por bienes muebles e inmuebles de dominio público. Su protección y conservación recae en el Museo Nacional de Costa Rica, como institución del Estado responsable de esa materia.
Este patrimonio está protegido por leyes que tanto a nivel nacional como internacional han sido aprobadas por la Asamblea Legislativa, así como también, por decretos del Poder Ejecutivo.
Se han realizado investigaciones científicas con la finalidad de conocer el estado de conservación tanto de las estructuras como de los bienes y elaborar un diagnóstico de cada uno: esferas, montículos o basamentos y de otras áreas de actividad, ya sean contextos domésticos, o bien, funerarios.
Los trabajos de restauración que se han realizado al 2016 se han orientado hacia la intervención de las esferas que se encuentran en zonas públicas como parques, centros educativos, edificios de servicios públicos, entre ellos iglesias y municipalidades.